Debía pues prepararme para la aventura...

Reforcé el entrenamiento de mis piernas (modifiqué mi rutina de entrenamiento por una que hacía especial hincapié en la ejercitación del tren inferior), todos los días, caminaba más de 10 km. y en los fines de semana, cuando tenía más tiempo, hasta 20 (como tenía clase en la facultad los sábados por la mañana, a veces me volvía caminando).

También tuve que comprar algunas cosas, como la carpa, una mochila nueva, borceguíes, etc.

Como ya mi enfermedad afectaba notablemente mi coordinación, dificultando la marcha, o cargar un peso (como los quince quilos de la mochila), mis padres supusieron que no haría el viaje, que terminaría abandonando como tantas veces antes... Pero cuando me vieron tan decidido, se dieron cuenta que no era sólo un deseo pasajero del que me olvidaría enseguida, que era una verdadera convicción, y comenzaron a preocuparse...

Les agarró miedo creyendo que yo no podría... Entonces, para tranquilizarlos, decidí no hacer el viaje solo, y buscar a alguien que me acompañara.

Pero era bastante difícil encontrar a esa persona... En primer lugar, debería amar la naturaleza y la vida al aire libre, y segundo, aunque no menos importante, debería ser alguien extremadamente paciente y que nunca se olvidara de mis limitaciones (que no son pocas...).

Ya casi estaba desistiendo de la búsqueda, y estaba convencido de que lo mejor sería si iba solo (aunque por el momento no les pensaba decir nada a mis padres). Pero, cuando el año ya se estaba acabando, mi hermano me dijo que su amigo Pablo iría en enero a visitar a su primo que vivía en el sur...

Apenas si lo conocía personalmente pero sabía de su extraordinaria paciencia y su carácter extremadamente calmo, así que sabía que si alguien sería capaz de soportarme, ése era Pablo...

También él aceptó ir conmigo y nos preparamos para la aventura...

Sabía de la importancia de la nutrición, así que estudié el tema a fondo. Al final, cuando partimos llevábamos toneladas de nueces, almendras, pasas de uva, cereales, avena, más una gran cantidad de suplementos como magnesio y vitaminas, suficientes para durar 20 días.

Abner

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